viernes, 25 de mayo de 2007

Algo no encaja

Escribo esto aquí porque me lo acaban de contar y la verdad es que me siento indignado. Entre indignado y sorprendido. Por la indefensión de un ciudadano de a pie ante el aparato del Estado. La historia es la siguiente:

Una persona, una ciudadana, se encuentra determinada fecha del mes de marzo de 2006 en Granada, en su pueblo. Vive habitualmente en Madrid y ha ido allí, en su coche particular, para ver a su familia. Todo perfecto. Tras pasar allí unos días vuelve a Madrid y continúa con su rutina diaria. Llega el verano y se va de vacaciones a la ciudad de Vigo con el mismo coche. Pasa el verano y la vida sigue, empieza el 2007 y no pasa nada extraño.

En el mes de mayo de 2007 esa persona recibe una carta. Es un aviso de parte de tráfico en el que se le notifica que tiene que pagar una multa por haber aparcado el coche en una plaza de minusválidos. Le resulta extraño, así que observa el lugar porque no sabe cómo ni dónde pueden haberle puesto la multa: sucedió en Vigo. Podría ser que lo hiciera durante las vacaciones, pero no recuerda el papelito en el parabrisas con el correspondiente . Mira la fecha y... voilà ¡es en marzo de 2006! Qué raro, si en marzo de 2006 esa persona estaba en Granada, ¿no?

Decide acudir a la policía para aclarar el asunto, esperando que se resuelva el malentendido, porque es sencillamente imposible que la multa tal y como fue puesta haya tenido lugar. Dialoga con la policía y ellos le responden que la fecha es correcta, así que debe ser que o la multa estaba mal puesta, cosa que le dicen que es poco probable, o que ella sí que estuvo en Vigo en esa fecha y aparcó mal el coche. ¡Vaya! ¡La policía, amiga de los ciudadanos! Dicen que si no aporta una coartada, sería la palabra del agente contra la suya. Le dan una solución: que aporte pruebas de que su coche no estaba en Vigo ese día. Pruebas de que no es culpable, en definitiva. Ríanse ustedes de la presunción de inocencia, señores... eso no sirve de nada, está pasado de moda.

Le sugieren que aporte un tiquet de una gasolinera como una posible solución. Sería estupendo que lo tuviera, pero de aquella fecha hasta marzo de 2007 ha pasado más de un año, y no es que ya no tenga un posible tiquet de gasolinera de ese día, sino que ni siquiera recuerda si ese día en concreto visitó una gasolinera o no (¿por qué tendría que recordarlo?). Avisan a esa persona de que si no paga la multa o la recurre con éxito, será incluida en la lista de morosos, con las consiguientes dificultades para conseguir un crédito, un préstamo bancario, una hipoteca y casi cualquier cosa.

Pero no está dispuesta a tragarse su dignidad, ella sabe que no estaba allí cuando pusieron esa multa, que probablemente el agente de tráfico equivocaría la matrícula con la mala fortuna de que el modelo del coche realmente multado y el suyo son el mismo. Pero el agente no estaba obligado a informar del color ni de ningún otro dato adicional. Una foto habría solucionado muchas cosas, pero no se exige para poner una multa.

Así que nuestra ciudadana sigue empeñada en que se respeten sus derechos. Recurriendo de nuevo a la policía, le dan como única solución el conseguir una declaración jurada de algún testigo que apoyara su coartada, que corroborara que ella estaba en Granada y no en Vigo. Y para conseguir una declaración ha de irse de nuevo a Granada, una semana corriente, interrumpiendo su rutina laboral, y luego volver a Madrid. Todo para probar su inocencia. Ahora mismo está en ello, está en conversaciones con vecinos de Granada para conseguir la declaración de marras.

Todo un regalito por parte del Estado. Con toda probabilidad este hecho no será algo que marque el principio o el fin de un ciclo en su vida, pero creo que es una buena muestra de que hay algo que no funciona como debería en el sistema. Algo no encaja. Que una persona sea acusada de comenter una infracción de la ley, y sea ella misma la que tenga que probar que es inocente y no al revés no es propio de un estado de derecho. Vaya mierda...

1 comentario:

Demente dijo...

Toda la razón del mundo, menuda putada. Ya sabía que todo va bastante mal pero la verdad es que desde que estoy por internet estoy dandome cuenta de más cosas ¿por qué te digo ésto? No se, ¡ánimo!; no se puede vivir pensando que el juego acaba con la muerte y ¡carpe diem! como citan algunos imbéciles sin saber por dónde les da el aire pero yo creo que quejarse con inteligencia acabará surtiendo algún efecto. Claro que ésto sólo es una suposición :D Qué chorradicas suelto.
Zeta