El sapo dorado
El sapo dorado o bufo periglenes fue visto por última vez en 1989, en la reserva de Monteverde (Costa Rica). Los machos adultos median apenas cinco centímetros de largo. Como se aprecia en las fotos y vídeos, su piel es de color anaranjado, lustrosa y brillante, recordando al oro. Fueron descubiertos po Jay Savage, que se sorprendió tanto al verlos la primera vez que no podía creer que fueran reales: "Debo confesar que mi reacción cuando los vi por primera vez fue de incredulidad y sospecha de que alguien había sumergido a los espécimenes en pintura de esmalte.".
La hembras de la especie eran algo más grandes que los machos, y su aspecto era bastante diferente. En vez de ser de un naranja brillante, las hembras eran de un verde oliva tirando a negro con manchas escarlata circundadas por amarillo... ya no tan bonitas:
El Sapo Dorado era una de las especies que llevan a cabo una 'reproducción explosiva': no realizan cortejo, los machos simplemente se suben encima de las hembras cuando llegan a las charcas e intentan aparearse. No discriminan entre géneros, abrazan todo lo que se mueva. Prueba y error: Muchas veces pillan a otros machos por banda, los cuales, haciendo uso de una señal en forma de vibración, les advierten de que es un macho y no una hembra con lo que se lo están intentando montar. Claro que esto tenía sus inconvenientes... si montaban a un sapo de otra especie que no emitía esa vibración, podían estar agarrados durante días.
Los científicos han barajado diversas hipótesis para la desaparición de los sapos dorados:
Seguramente la última hipótesis es la más probable, ya que este sapo pasa el verano oculto bajo el suelo y emerge para reproducirse cuando las condiciones son favorables. Si las condiciones no son óptimas, se queda bajo tierra y no sale a reproducirse. Y en los últimos años de existencia de la especie, el número de sapos bajó alarmantemente, de cerca de 1.500 a sólo 11 observados en 1987 en la época de reproducción.
De todas formas, no todo está perdido: Los machos de muchas especies del mismo género tienen una esperanza de vida media de 10 años, y en alguna especie pueden llegar a vivir hasta 30 años. Si quedara algunos machos y hembras es posible que sobreviban lo suficiente como para poder volverlos a ver. Desde luego que si tienen la oportunidad de volver a reproducirse de nuevo, no la van a desaprovechar.
Fuentes:
Wikipedia/Wikimedia: [1][2]
INBio: [3]
1 comentario:
reproducción explosiva
Prodríamos ponerla a prueba en alguna discoteca y hacer un estudio social bastante interesante :P
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